En abril de 2018 estallaron en Nicaragua protestas sociales espontáneas en respuesta a las impopulares reformas de los sistemas universitario y de seguridad social. Éstas se produjeron en un contexto de irregularidades electorales previas y de una serie de reformas constitucionales y legales que concentraban cada vez más el poder político en manos del ejecutivo -en particular de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo-.
En Guatemala, aprendí cosas clave sobre la lucha no violenta de la gente con la que trabajamos, y también lo poco humildes que somos los blancos, hasta el punto de perpetuar la violencia sin saberlo, en las luchas cotidianas por el poder y sin escuchar a la gente adecuada.
Michelle
Guatemala y Nicaragua, 1986-1987
Tras la crisis política de 2018, PBI inició un proyecto de acompañamiento a organizaciones y grupos de la sociedad civil nicaragüenses que viven en el exilio en Costa Rica. El proyecto proporciona desarrollo de capacidades para los defensores de los derechos humanos exiliados, desde el apoyo psicosocial hasta el fortalecimiento organizativo y las estrategias de seguridad y protección, centrándose en la mejora de sus condiciones y la creación de resiliencia para un eventual retorno a Nicaragua.
En medio de una escalada de violencia, PBI despliega 10 personas voluntarias en Jalapa, Nicaragua, cerca de la frontera con Honduras, interponiéndose entre los contras respaldados por Estados Unidos y las fuerzas sandinistas para disuadir las hostilidades. Esta labor fue finalmente asumida y continuada por Witness for Peace.