En febrero de 2009, dos líderes indígenas de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco (OFPM) fueron detenidos a la fuerza durante un acto público en el que estaban presentes las autoridades locales. 10 días después, sus cuerpos fueron descubiertos con visibles signos de tortura. PBI acompañó a sus abogados, del Centro de Derechos Humanos “Tlachinollan“, debido al aumento de las amenazas y el hostigamiento que recibieron tras los asesinatos.
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