Aunque el trabajo del equipo de PBI se interrumpió en 1989 debido al acoso de las Fuerzas Armadas, pudo volver a desplegarse en 1990 con el fuerte respaldo de la comunidad internacional, incluidos miembros del Parlamento y del Congreso de Suiza, Canadá, España, Estados Unidos, Italia, Suecia, Francia y Alemania, así como comunidades religiosas, organizaciones internacionales y sindicatos.
PBI me ha impactado personalmente por el contacto con las maravillosas personas salvadoreñas, colombianas, guatemaltecas y hondureñas, y por muchas situaciones de emociones fuertes, donde pasé mucho miedo
Eva Scarfe
El Salvador, Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua/CostaRica, 1989-ahora
Tras la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, el trabajo de PBI en El Salvador dejó de ser necesario y el proyecto se cerró.
Creo que es importante defender a las personas que defienden, me ha permitido conocer de cerca el trabajo del movimiento social en El Salvador. Después me he involucrado en una ONG, en una radio libre, en el movimiento social de mi barrio, irala, en Bilbao, y ahora sobre todo con las personas refugiadas, en Ongi Etorri Errefuxiatuak.
Catherine Verbruggen
El Salvador, 1991-1992
Es importante el acompañamiento y salvaguarda de los DDHH que realiza PBI, en mi opinión es un aspecto esencial para la construcción de paz, la equidad y la justicia social y plural de los Pueblos y personas desfavorecidas en condiciones de vulnerabilidad de sus derechos fundamentales. En este sentido, PBI es como un pequeño-gran baluarte que contribuye, de forma esencial, a la construcción de un mundo donde quepan todos los mundos.
Pilar Front Serrano,
El Salvador, Guatemala, Honduras
Por invitación del obispo luterano Medardo Gómez, PBI comenzó a trabajar en El Salvador. La mayor parte del trabajo consistió en proporcionar acompañamiento de protección internacional a las organizaciones populares amenazadas y visitas regulares a las aldeas de las y los refugiados retornados.