Don José vive desde los 12 años en la finca La Europa y, a pesar de la presencia de diversos actores armados en la zona, él y su familia siguieron trabajando su tierra. Foto: Charlotte Kesl

Durante el mes de junio de 2011, el Capítulo Sucre del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE) recibió cinco amenazas[1] con un lenguaje intimidatorio que advierte sobre la voluntad de acabar con la vida de cuatro miembros de la organización.

Llegar hasta la finca La Europa no es tarea fácil y menos si el clima juega en contra de sus visitantes. Hay que recorrer más de cinco kilómetros de trocha —camino abierto en la maleza— donde el barro y las lomas hacen que la respiración se corte y las botas se hundan. No obstante, para Don José[2], de 67 años de edad, es un paseo rutinario y nada agotador pues él ha vivido ahí desde su infancia.

El esfuerzo vale la pena ya que los ojos agradecen la visión de la tierra fértil y frondosa de la finca de 1.600 hectáreas del municipio de Ovejas ubicada en la región conocida como Montes de María del departamento de Sucre. No sólo el paisaje que se extiende agrada, también las personas que lo reciben.

«Yuca, maíz, ñame... En esta tierra lo que usted siembra, recoge», dice Don José mientras señala la extensión que ante él se dibuja con su herramienta de trabajo preferida: el machete. Esa comunidad campesina quiere mantener su estilo de vida, sus cultivos, su sustento y, sobre todo, su dignidad en pro de la justicia y la verdad bajo presiones y hostigamientos de quienes quieren usurpar su tierra, es decir, su vida. Tal y como dice Don José: «Antes se podía dormir en cualquier parte, pero ya no; y éso no puede ser».

Hasta estas hermosas veredas se desplazan los miembros del MOVICE Capítulo Sucre. El trabajo que hace esta organización defensora de derechos humanos en la región desde el año 2006 ha sido el acompañamiento y la asesoría a las comunidades campesinas en su voluntad de retornar a las tierras de las que fueron desplazadas forzosamente, especialmente en Montes de María.

En esta zona geográficamente estratégica está proyectada la Ruta del Sol, una carretera que atravesaría toda la región desde Valledupar a Bogotá[3]. Además, es un lugar emblemático de la lucha campesina. En los años 90 muchos de los trabajadores de la tierra se vieron obligados a desplazarse por los enfrentamientos entre el Ejército y la insurgencia[4].

Retorno y restitución de tierras

En este lugar existen dos procesos de retorno y restitución de tierras en los cuales el MOVICE Capítulo Sucre ha tenido un papel muy importante a pesar de los costos personales para sus integrantes.

El primero es la finca La Alemania en San Onofre (Sucre), de 558 hectáreas, adquirida en 1997 por las 52 familias campesinas desplazadas que se asociaron para negociar directamente con el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA) en virtud de lo dispuesto por la Ley 160 de 1994 —que crea el Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural campesino y reforma el INCORA—. Al año de estar allí, las familias de la Empresa Comunitaria Alemania fueron amenazadas por parte de los paramilitares comandados por Rodrigo Mercado Pelufo, alias ‘Cadena’, y agrupados en el Bloque Héroes de los Montes de María de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Tras el asesinato de varios líderes campesinos, las familias se desplazaron y los paramilitares tomaron la finca como uno de sus centros de operaciones. Durante el año 2008 varias familias intentaron retornar, pero los paramilitares asesinaron al representante legal de la asociación cooperativa, Rogelio Martínez, en mayo de 2010. Aún no han podido regresar a su finca[5].

Rogelio Martínez era líder y uno de los integrantes de las 52 familias que conforman la Empresa Comunitaria Alemania. Julia, la esposa de Rogelio, sigue en la lucha por la verdad y la justicia, pero hasta hoy no hay avances judiciales en el caso.

El segundo proceso es el de la finca La Europa, localizada en el municipio de Ovejas (Sucre), lugar en el que sus habitantes, la mayoría campesinos, libran una disputa constante desde hace más de 30 años en defensa de su tierra.

En 1969 el recién creado Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA) entregó un título colectivo a las 113 familias que habitaban la finca La Europa[6]. Actualmente viven allí 53 familias quienes, luego de salir desplazadas en épocas y por factores diferentes,  intentan ahora permanecer definitivamente en su territorio. No obstante, su retorno no ha sido nada fácil. Cuando empezaron nuevamente a ubicarse en el año 2006, descubrieron que una persona, al parecer de nombre Gabriel Jaime Vélez —conocido como 'El Paisa'—, supuestamente había comprado algunos predios de la finca bajo el nombre de una empresa sin registro ante la Cámara de Comercio llamada Arepas Don Juancho[7]. Según el documento de compra-venta, este “empresario” compró un total de 12 hectáreas de tierra por tres millones de pesos. A pesar de la escritura, «acá no firmamos nada», afirma Don José.

El MOVICE acompaña el proceso desde 2010 por invitación de las familias campesinas, las verdaderas propietarias que desean retornar a sus predios, y desde entonces ha participado activamente en las reuniones con el alcalde de Ovejas, Antonio José García de la Rosa, y otras autoridades departamentales y locales con quienes intentan llegar a acuerdos no sólo para poder retornar, sino principalmente para no dejarse quitar lo que legalmente es suyo.

Pero con el alcalde de Ovejas, el MOVICE también ha tenido problemas ya que la vocera del Capítulo Sucre, Ingrid Vergara, lo acusa de señalar directamente a los integrantes de la organización como guerrilleros: «Delante de nosotros en una reunión con la Gobernación y miembros del Comité de Usuarios, tuvimos que soportar que nos llamara guerrilleros con el riesgo que ésto puede suponer; por eso, ya hemos interpuesto una demanda por calumnia y difamación».

Por ahora, los habitantes de La Europa esperan la respuesta de su solicitud para un amparo policial interpuesto sobre el terreno para que otras personas, o el mismo empresario Vélez, no puedan adquirir más predios hasta que no se aclare legalmente quiénes son sus verdaderos dueños. «De pronto uno ve a esa gente y se le descompone la naturaleza, uno no está tranquilo», confiesa Don José refiriéndose a 'El Paisa', quien intenta quitarles sus terrenos.

El MOVICE vincula directamente el aumento de las amenazas de las últimas semanas con los procesos de acompañamiento —auspiciados por Naciones Unidas— de estos dos procesos de restitución de tierras en el departamento. Tal y como comenta Ingrid Vergara: «Será que estamos haciendo un buen trabajo».

El riesgo que corre Ingrid en su labor como defensora de derechos humanos está reconocido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ya que es beneficiaria de medidas cautelares desde el 8 de noviembre de 2006 junto con 17 líderes sociales del departamento de Sucre tras aparecer en una lista de exterminio[8].

Entre los beneficiarios de estas medidas también se encuentran el secretario técnico del MOVICE Capítulo Sucre, Carmelo Agámez Berrío, quien en la actualidad está detenido[9] y se enfrenta a un proceso judicial acusado de concierto para delinquir, y el vocero político del MOVICE Capítulo Sucre, Juan David Díaz, hijo del asesinado ex alcalde de El Roble, Eudaldo Díaz Salgado, y que se encuentra en el exterior a causa de las repetidas amenazas que han recibido tanto él como su familia[10].

Ingrid Vergara se muestra preocupada ante los últimos hechos pues aunque cuenta con esquema de protección del Ministerio del Interior, ella sabe que tanto su familia como el resto de sus compañeros y compañeras que aparecen en las amenazas pueden ser objeto de agresiones. Sin embargo, aunque su situación es delicada, tanto el análisis como la postura del Capítulo Sucre son claras: «Provoca mucha incertidumbre no saber cómo es físicamente el enemigo, pero sabemos que es la parapolítica quién da las órdenes, así que hay que seguir en la defensa de los compañeros», afirma el miembro de la organización Pedro Geney.